lunes, 10 de febrero de 2003

Nota diario La Nación: Femenino Masculino, dir. Eduardo Rípari


Femenino masculino, dir. Eduardo Rípari
Gabriel Goity, Fernán Mirás, Viviana Saccone y María Socas

Femenino masculino, dir. Eduardo Rípari
Gabriel Goity, Fernán Mirás, Viviana Saccone y María Socas

Otras historias de amor por Marcelo Stiletano, para LA NACION 

"Cuando el libro llegó a mis manos por primera vez, no bien empecé a leerlo ya estaba riéndome a carcajadas. Hacía mucho tiempo que no me pasaba algo así", dispara Gabriel Goity en el soleado mediodía de Martínez, mientras cierra con un café la pausa para almorzar que separa dos exigentes sesiones de grabación en los estudios Pampa, de Martínez.
Con pequeños matices, la frase volverá a escucharse poco después, en este caso de boca de los otros tres protagonistas de "Femenino-masculino": Fernán Mirás, Viviana Saccone y María Socas. Y aunque cada uno dice lo suyo a su tiempo, la coincidencia es general.
Todos se arriesgan para prometer que el relato en forma de unitario semanal que se verá por Canal 9 a partir de esta noche, a las 23, no sólo será la apuesta más jugada de la renovación de pantalla que encara a partir de hoy la emisora, sino también una de las aventuras televisivas de mayor riesgo en un año que se muestra con mucho viento a favor para las producciones televisivas de ficción.
Buena parte de la confianza exhibida por los cuatro intérpretes principales de lo que se anticipa como una comedia dramática con vuelcos inesperados pasa por la expectativa de seguir -en este caso con un género diferente- el camino abierto un año atrás por "Los simuladores", dos de cuyos artífices -Federico D´Elia y Martín Seefeld- son precisamente los productores generales de "Femenino-masculino".
El punto de partida de esta historia concebida y escrita por Eduardo Rípari -también director- y Beatriz Carbajales coloca a los cuatro protagonistas en una sucesión de situaciones atípicas: Roberto (Goity) acaba de enterarse de que su esposa, Sofía (Socas), decidió abandonarlo para irse a vivir con otra mujer (Saccone) llevándose al hijo adolescente de ambos, René (Federico Cánepa).
Dispuesto a no alejarse del chico y vigilar de cerca a su ex mujer, Roberto se instala en el departamento contiguo al que acaba de ocupar la flamante pareja. Pero de repente se encuentra viviendo con el dueño de esa propiedad, Alejandro (Mirás), que es gay y acaba de volver de una larga estada en Europa. En esta suerte de convivencia forzada, el aprendizaje de nuevas formas de vida promete combinarse -en una mezcla que puede ser disparatada y también explosiva- hacia rumbos inesperados.
ENTRE EL CHISTE Y EL ABSURDO

"Yo colocaría a esta historia entre lo que es la comedia blanca al estilo Francella y el tono bizarro de "Todo por dos pesos", entre lo serio y lo absurdo", dice Goity con el mismo aire cómico que puede imaginarse tranquilamente en su personaje.
"Este hombre -agrega- está desesperado, tiene problemas vocacionales, nada le sale bien, vive de changas y para colmo se encuentra con esta situación. Más allá de que te haga reír, mi personaje no la pasa bien y juega en esos bordes que me gusta explorar como actor. En el fondo, Roberto es un personaje tierno y se mueve en un género, como la comedia dramática, que es para mí el más lindo de hacer en materia de ficción."
Para Mirás, la historia significa ante todo un reto para el trabajo de los actores, que en un instante pasan de una escena dramática a vestirse con trajes que semejan huevos fritos para ganarse unos pesos haciendo la promoción de una casa de comidas. "Lo único que tiene en claro mi personaje es su propia sexualidad -precisa-, y va construyendo el resto de sus vínculos en el programa."
En tanto, al personaje de Goity le queda, en términos afectivos, la amistad de dos amigos que conserva desde el secundario, Aarón (Damián Dreizik) y Masitelli (Atilio Veronelli), que prometen jugar más que ningún otro con la cuerda del absurdo.
"Mi personaje vive de hacer doblajes de películas pornográficas y anda todo el día volado", dice Veronelli de un papel que, aun secundario, promete ser clave en lo que define como una mezcla entre comedia y road movie. "No está aquí el clásico modelo de conflictos de las comedias televisivas con tres cámaras, cinco decorados y gente que abre y cierra puertas. Además, acá no hay diálogos de relleno, todo lo que pasa tiene sustancia."
Aunque, como todo el elenco, se empeña en mantener la reserva y aguardar hasta el momento de la salida al aire para revelar los giros de la trama, Goity refuerza esta idea anticipando que, por ejemplo, conforme vaya avanzando la historia "se van a ver ideas muy originales, como un capítulo que se desarrolla casi enteramente dentro de un vagón de ferrocarril y otro que se juega en dos autos que son remolcados".
El plan de grabaciones de "Femenino-masculino" demanda cuatro jornadas de 12 horas cada una por cada capítulo que transcurre entre los interiores registrados en los estudios Pampa y exteriores localizados en Martínez y en Luján. A los actores les cuesta encontrar antecedentes televisivos de una historia de estas características, a la que sólo parece acercarse "¿Son o se hacen?", aquella propuesta dirigida por Diego Kaplan que pasó también por el 9 en 1988 con espíritu casi experimental y jugando todo el tiempo con la ambigüedad sexual.
LOS RIESGOS DE LA AMBIGÜEDAD

Aunque nadie espera que se hable de "Femenino-masculino" por cuestiones ajenas a la trama capaces de generar controversia, como la presencia de personajes centrales de conducta homosexual, María Socas dice que las fantasías que el programa pueda generar son siempre bienvenidas. "No creo que sea cuestión de escandalizarse, porque cualquiera que vea el programa comprenderá que aquí se habla simplemente de dos personas que se enamoran, sólo que pertenecen al mismo sexo", explica.
"El programa se va a defender solo -agrega Saccone, anticipándose a los inevitables comentarios que las imágenes más audaces puedan generar en la TV chimentera-, porque los libros son excelentes y porque tenemos la ventaja de que el autor y el director son la misma persona. Además, de mí se han dicho tantas cosas inventadas que ni siquiera me tomo el trabajo de desmentirlas."
Para Goity, "¿Son o se hacen?" es una referencia óptima para mostrar cómo la TV está en condiciones de encarar caminos diferentes en materia de ficción.
"El programa me gustaba -dice-, pero parecía hecho para pocos. Aquí, en cambio, estamos más cerca de un modelo que quiere ganar un público adulto, pero masivo, porque el objetivo básico de este programa es entretener."
Para Socas, más allá de cualquier consideración sobre cuestiones sexuales que se desprenda del programa, "Femenino-masculino" puede verse como una suerte de disparador "de cosas que salen a la superficie para saber quiénes somos" que a su juicio nació en diciembre de 2001 y se manifestó en los meses siguientes. "A partir de allí la gente se volcó a reflexionar y a hacerse preguntas. Y cuando no había un peso increíblemente se llenaban cursos y había colegas que decían tener más alumnos que nunca."
Mirás, en tanto, cree que todos los problemas que vive la gente común en su casa también afectan a los actores. "Me parece que si la ficción está remontando es porque la gente también quiere vernos trabajar. Lo que más me llamó la atención no es que en estos últimos tiempos faltara ficción, sino que el público terminara implícitamente convalidando esa sensación de abaratamiento que dejaba la pantalla. Ahora, mientras más ficción haya, más posibilidades habrá de que haya mejores cosas para ver, pero lo que me extraña es que antes de todo esto la gente no haya apagado la tele."
EMBARAZO PREVISTO

Viviana Saccone, que luce orgullosa un embarazo de casi tres meses, se apresura a decir que en el libro ya estaba previsto con anterioridad un personaje femenino en ese estado. "No puedo decir nada acerca de cómo se plantearán las cosas en la ficción con mi embarazo, pero sí estoy feliz de trabajar en este momento dentro de una comedia. Como siento que el bebe irá percibiendo todo, si me llega a tocar en unos meses hacer un personaje dramático temo que no pueda distinguir entre ficción y realidad y que eso no le haga bien en el futuro", ilustró.


Femenino masculino, dir. Eduardo Rípari
Gabriel Goity, Fernán Mirás, Viviana Saccone y María Socas

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